Empiece el 2010 escuchando a algunas de las principales voces de nuestra música andina. Hoy, desde las 11 a.m., hay un megaevento en el estadio Chinchihuasi de Carapongo, Huachipa. Destaca la presencia de Amanda Portales, 'La Novia del Perú’, quien aquí nos habla de su vida.
"Ser artista estaba en mis genes pues mis padres son compositores de música andina. Yo escucho un huayno y me apasiono. No me cansaré de decir que, a pesar de ser limeña y mazamorrera, soy más serrana que la papa (ríe)". Así se presenta Amanda Portales, 'La Novia del Perú’. La intérprete de música andina está por cumplir 45 años de vida artística.
¿Cuándo se presentó por primera vez en público?
A los tres años, y fui presentada como 'La Mascotita de Huánuco’. Canté con la compañía Juventud Huanuqueña, que dirigían mis padres. Por entonces, más que cantar, me gustaba bailar. A los cinco años me califiqué en la Casa de la Cultura. El nombre artístico con el que me bautizaron fue 'Flor Millonaria’.
¿Por qué, al crecer, no cambió de estilo y se mantuvo en la música andina?
Por mi vivir. En el arte, uno escucha una melodía y, si es sensible, se identifica con lo allí expresado. Yo me he dedicado a cantar los temas que han marcado mi vida. Igual me gustan las baladas y también he cantado canciones criollas. A veces hago algunas fusiones.
¿No la molestaban en el colegio por cantar huaynos?
Sí. Los seres humanos somos crueles. El colegio es una etapa linda, pero nos gusta encajonar a las personas y la burla está a flor de piel. Felizmente, yo tenía experiencia en el arte y eso me dio un caparazón muy resistente que me hizo sobrellevar las cosas.
¿Gana bien como artista?
Uno debe trabajar y vivir, no solo ganar plata. Yo he ganado bien, pero nunca demasiado. No tengo un carrazo, ni negocios, ni guardaespaldas. Yo sigo siendo la misma persona. Le doy un ejemplo: admiro a García Zárate, quien no es millonario, pero sí un símbolo de nuestra música. Por allí van mis opciones en la vida. La música es más importante que el dinero.
Pero, usted vive de la música...
Sí. Ahora está de moda el márketing. Yo invierto en mi arte, pero las mejores cosas no se dan a conocer, solo las más marketeadas. En mis presentaciones, yo tengo la obligación de ser didáctica, ilustrativa, de explicarle a la gente cuál es la diferencia entre una muliza, un huayno, una chuscada, un pasacalle, un carnaval; también, de que conozca a qué pueblo pertenece el traje que uso. Yo respeto mucho al público y, cada vez que estoy frente a él, siento que paso un examen. En mis presentaciones me cambio por lo menos unas siete veces de vestuario, y mi marco musical incluye a todo el Perú. Un pueblo sin folclor es un pueblo sin alma; primero hay que amar lo nuestro y, después, el resto. Yo les recomiendo a todos que, primero, conozcamos el Perú.
¿Ha ido a Miami?
Pero primero conocí el Perú. Desde el 89 voy todos los años. Al año hago dos giras: una a Estados Unidos y otra a Europa. Soy un ave mensajera que les lleva alegría a los peruanos que están afuera. Yo no me puedo quejar pues, gracias a la música, he podido recorrer todo el Perú y el mundo. Por eso, al público le trato de dar siempre lo mejor.
También es compositora...
Soy más intérprete. El intérprete les pone sentimiento a los temas y los interpreta como si fuera del lugar, no solo los canta. Por esta cualidad, muchos creen que soy jaujina, que soy ayacuchana, que soy huancavelicana. El buen artista es aquel que siempre está mejorando, puliendo su arte y escuchando a los que saben más. Hoy, como no hay disqueras, cualquiera graba una canción y se hace llamar artista.
¿Quién es su cantante preferida?
Amanda Portales (risas).
Últimamente, en el mundo del folclor ha habido muchos escándalos...
Yo no soy una artista folclórica sino una folclorista. Soy una investigadora del arte andino. El folclórico sí es informal, bullicioso y colorido. Ellos tienen lo suyo y hay que dejarlos que se perfeccionen. Tendrá que pasar mucho tiempo para que sean como nosotros. Somos mundos distintos; yo respeto su trabajo, pero no comparto su estilo.
¿A qué le canta Amanda Portales?
Al amor, al desamor, a la indolencia, a las vivencias de la gente, a la impotencia de no saber cómo decir las cosas.
¿Cuánto le debe al Pío pío?
Mucho. Me abrió muchas puertas y me permitió viajar por el mundo.
Fuente: Perú21
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