lunes, 19 de marzo de 2012

La Balada de los Andes



La ‘balada andina’ o la ‘música andina contemporánea’ es un género que ha logrado su propio espacio dentro del folclore peruano. Cuenta con miles de seguidores y ha encumbrado a un puñado de cantantes y agrupaciones al rango de ‘estrellas’. Semana a semana, ellos encabezan multitudinarios conciertos que forman parte de una movida que no tiene nada que envidiar a géneros como la cumbia o el rock.

Cuando el huanuqueño Pelo D’Ambrosio empieza a cantar su megahit “Lejos de ti”, en cualquier lugar donde se presenta, la gente estalla de emoción. “Hace tiempo que mi vida no tiene valor/será porque dentro mío llevo un gran dolor…”. Desgarradora confesión en los primeros versos de un tema que la multitud corea literalmente embobada, con las manos alzadas y cientos de camaritas que quieren registrar una imagen del ídolo del momento. El cantante es la última gran estrella de lo que muchos llaman la ‘balada andina’, o ‘música andina contemporánea’, un género que apareció hace 15 años y hoy tiene cantantes con miles de seguidores.

Pelo tiene unos cinco años en el circuito y con su banda Pata Amarilla presenta por lo menos seis shows cada fin de semana en Lima y otras ciudades del país. Los empresarios dicen que es el artista más caro: puede cobrar entre 14 y 18 mil soles por presentación. Su éxito se disparó cuando dos orquestas de cumbia versionaron su tema más conocido y se le consideró la mejor canción del 2011. Ahora cada vez que Pelo canta en un concierto “Lejos de ti, voy a morir, ay como duele, vivir sin ti…” miles de personas cantan con él y muchas de ellas se emocionan hasta las lágrimas. “Estoy en un buen momento, pero lo mejor aún está por llegar. Yo sigo creciendo y soñando”, dice.

Música andina contemporánea, balada andina, música urbanandina, son algunos de los términos que definen esta fusión. En la actualidad hay cuatro o cinco músicos que pueden considerarse ídolos del género: William Luna, Max Castro, el grupo Antología y una figura en ascenso de nombre Mac Salvador. Todos ellos, incluyendo a D’Ambrosio, hacen canciones de base andina con arreglos modernos expresados en guitarras electroacústicas, batería rockera, teclados, saxo y bajo eléctrico. Todos descienden de la música y la guitarra ayacuchana, a la que –según el sociólogo Santiago Alfaro– ‘baladizaron’. La corriente la iniciaron los ayacuchanos Rodolfo y Diosdado Gaitán Castro y fueron también sus primeras ‘estrellas’.

Sonido fundador

Eran los comienzos de los años noventa cuando el dúo Gaitán Castro llegó a Lima. Ellos tocaban temas ayacuchanos tradicionales, pero también clásicos de otros lugares del país. La guitarra ayacuchana se distinguía como elemento central en su música, pero fueron de los primeros en incluir instrumentos usados en el rock, por ejemplo. Una muestra de su música poderosa, andina y moderna, quedó plasmada en el disco Gaitán Castro en vivo - Tour 97. Su versión con saxo y batería de “Un pasajero en tu camino” –tema que inmortalizó el Picaflor de los Andes– es un clásico del género. Y su tema “Amor, amor” los consagró.


A fines de esa década y comienzos del nuevo siglo apareció la mayoría de artistas que hemos citado y que domina esta escena hasta hoy. William Luna es el que más presencia en medios ha tenido. El Dúo Antología es el que más éxito tiene en el interior del país. Max Castro es considerado el gran cantante de este género. A todos los nombrados los une además el hecho de que usualmente comparten cartel en los conciertos que se organizan en lugares como el Parque de la Exposición, el complejo Santa Rosa de Santa Anita, el teatro de la UNI, el teatro municipal de San Juan de Lurigancho y otros locales en varios distritos de Lima. En provincias la movida es más vigorosa.

A través del hilo telefónico el empresario Máximo Sánchez, gerente de F y M Producciones y principal organizador de conciertos en el Parque de la Exposición, señala que un espectáculo allí le demanda una inversión de 70 mil soles y, tras recuperar lo que ha gastado, su ganancia líquida puede ser la mitad de eso. “En Lima no es un negocio tan redondo, se gana más en provincias. Yo lo hago porque esta música es mi pasión. Si no hace rato hubiera elegido la cumbia”, explica. En el interior del país puede organizar conciertos en el coliseo del Cusco, con capacidad para 14 mil espectadores, o en el de Arequipa, donde se puede recibir a 8 mil personas. “En Lima el Parque de la Exposición es un gran lugar. Es tranquilo, bien ubicado y seguro. Además en estos conciertos no se vende licor”, precisa Sánchez.


Superídolos

Es domingo por la noche en las afueras del Teatro Municipal de San Juan de Lurigancho y Max Castro, el astro ayacuchano, acaba de llegar en su camioneta. Cuando se baja de ella varios jóvenes, hombres y mujeres, se acercan a pedirle un autógrafo, tomarse una foto con él o simplemente saludarlo. Es lo usual con una estrella como él. Más tarde, ya en el escenario, Max encenderá al público con su hit “Tú me pides que te olvide”. La gente se emociona desde que escucha los primeros acordes de su guitarra. “Esta música es peruana, pero a la vez aspira a gustar en todo el mundo”, nos dijo.

La balada andina convoca sobre todo a jóvenes de origen provinciano. Son hijos o nietos de migrantes que, seducidos por estos trovadores andinos con imagen urbana, se emocionan con letras de amor y odio, de traición y olvido.

Fuente: La República

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